domingo, 3 de julio de 2011

EL LENGUAJE, ¿INVENCIÓN CULTURAL O DOTACIÓN INNATA?



                                                I

Lenguas criollas y lenguas pidgin: qué son y qué nos muestran sobre la capacidad humana para el lenguaje.


Aunque la universalidad del lenguaje se admite como un hecho incontrovertible,  la esencia genética de este portentoso medio de comunicación humano merece dos análisis diferentes por parte de los entendidos. Algunos lingüistas, entre los que cabe citar a Hilary Putnam, sostienen que se trata de una invención cultural. Otros estiman que nuestro cerebro dispone de una dotación gramatical innata responsable de la existencia de las lenguas.
Steven Pinker, representante de la segunda postura, presenta diversas experiencias de prestigiosos investigadores que avalan su idea de que el lenguaje es un instinto innato. Nos da a conocer en primer lugar el trabajo de Derek Bickerton. Este hombre ha hecho estudios sobre el lenguaje en dos escenarios geográficamente distantes pero similares en cuanto a las circunstancias. En primer lugar nos habla de las plantaciones de tabaco, algodón, café y azúcar de algunos terratenientes, en las que tuvieron que trabajar en un mismo grupo esclavos y trabajadores de diferente procedencia lingüística; al no disponer de tiempo para aprender las lenguas de los compañeros, se vieron obligados a adoptar una jerga común sobre la base de la lengua del propietario de la explotación. Este conjunto de palabras inconexas, caóticamente organizadas y carentes de la mínima solvencia gramatical constituyen un “dialecto macarrónico” o pidgin. Pues bien, Bickerton aportó pruebas según las cuales, cuando esta deficiente lengua fue participada a niños en edad de adquirir la lengua materna, por personas que no eran sus padres, sufrió una transformación que la llevó a constituirse en una nueva lengua con su correspondiente estructura gramatical y vigor expresivo. Esta lengua formada a partir de un pidgin se denomina lengua criolla. Según S. Pinker, esta creación se debe a que tenemos una capacidad cerebral innata de producir lenguaje en nuestros primeros años de vida.
D. Bickerton aporta, asimismo, otra experiencia nacida en las plantaciones de azúcar de Hawai al final del siglo pasado. El espectacular rendimiento de las plantaciones de caña azucarera agotó la mano de obra de la zona y exigió la contratación de trabajadores de China, Japón, Corea, Portugal, Filipinas y Puerto Rico. Al poco tiempo ya habían elaborado un “dialecto macarrónico”. Los niños que se criaron en aquellos años en las plantaciones de Hawai recibieron este pidgin y elaboraron a sus expensas una lengua nueva en la que ciertas unidades morfológicas se utilizaban sistemáticamente como preposiciones, pronombres relativos, marcas de caso y auxiliares.
Dice Bickerton que esta capacidad de crear lenguaje se debe a que poseemos una máquina gramatical innata en el cerebro, y que las lenguas criollas – elaboradas por unas mentes infantiles que no han estado expuestas a la influencia verbal de sus progenitores – nos permiten observar el funcionamiento de los resortes que mueven ese ingenio gramatical que anida en nuestro cerebro desde el momento de la concepción. Este funcionamiento respondería de igual manera de los fallos cometidos por los niños respecto a la lengua que hablan sus padres, constituyendo la elaboración lingüística infantil una lengua criolla correcta más.
Somete ahora  Pinker a nuestra consideración procesos de criollización en estrategias comunicativas no verbales, introduciéndonos en el mundo de la comunicación entre los sordos.
En Nicaragua se crearon las primeras escuelas para sordos en 1979. La enseñanza de la lectura labial y el lenguaje oral impartidos constituyeron un fracaso. No obstante, la convivencia de los escolares en recreos y autobuses propició el nacimiento de un sistema de signos que poco tiempo después se adoptó oficialmente con el nombre de Lenguaje de Signos Nicaragüense (LSN). Cuando, pasado algún tiempo, comenzaron a acudir escolares menores de cuatro años a los colegios de sordos en los que se impartía el LSN, respondieron de forma paulatina gesticulando con figuras mucho más estilizadas, mayor fluidez y un lenguaje de signos más consistente. Este lenguaje se diferenciaba lo suficiente de su predecesor como para constituir una nueva lengua, que efectivamente se bautizó con el nombre de Idioma de Signos Nicaragüenses (ISN), y que posee los rasgos de una lengua criolla.
Pinker aduce más evidencia a favor de su tesis con la presentación del estudio llevado a cabo por las psicolingüistas Jenny Singleton y Elissa Newport sobre un niño sordo profundo de nueve años, al que designan con el nombre ficticio de Simon, cuyos padres son también sordos. Estos habían aprendido el Lenguaje de Signos Americanos (ASL) de forma imperfecta, pues en el momento de la adquisición contaban ya con quince años. La comisión de múltiples errores en la signación de los mensajes convertía al ASL en un “dialecto macarrónico” a la hora de comunicarlo a su hijo. El hecho chocante es que el niño interpretaba los signos erróneos como formas correctas del ASL; esto demuestra que la mente de los niños es capaz de ciertas elaboraciones gramaticales espontáneas. El niño criollizó el pidgin de sus padres.
Los niños aprenden el lenguaje por sí solos. Se puede demostrar que los niños saben cosas acerca del lenguaje que nadie les ha enseñado. Chomsky dice que puede verse  en el movimiento de ciertas palabras de la frase para hacer preguntas; estima que un niño, sin que se lo haya dicho su madre, puede elaborar: “¿Está el perrito que juega con la pelota en el jardín?”, y esto es porque el famoso lingüista piensa que el diseño del lenguaje es innato.
Pinker cree, concluyendo su argumentación, que, como instinto, el lenguaje debería tener una localización en el cerebro y que debería haber unos genes que han dictado su desarrollo. La existencia de alteraciones neurológicas y genéticas que afectaran al lenguaje sin deteriorar el resto de funciones cerebrales, abogaría por una localización puntual del instinto del lenguaje en la masa cerebral. Y la realidad es que existen varias alteraciones del tipo citado que dañan el lenguaje sin afectar a otras facetas de la inteligencia; tal es el caso de la afasia de Broca, provocada por lesiones en la parte inferior del lóbulo frontal del hemisferio izquierdo del cerebro. Asimismo, algunos genetistas estiman que las deficiencias de lenguaje que afectan a varios miembros de una familia pueden deberse a un gen dominante defectuoso, siendo esta tacha, que no afecta al resto de la inteligencia, hereditaria.





II

El determinismo lingüístico de Whorf y su crítica.

A la pregunta de si las palabras determinan las concepciones mentales o son las ideas las que exigen disponer de pregoneros que las anuncien, el Determinismo Lingüístico respondería con la propuesta inicial.
El fundamento teórico de esta escuela lo aporta Edward Sapir al afirmar que los usuarios de lenguas diferentes hacen referencia a distintos aspectos de la realidad cuando elaboran frases sobre un determinado asunto. El español, a la hora de mencionar un hecho del pasado, elegirá entre pretérito imperfecto de indicativo y pretérito indefinido respectivamente según pretenda señalar que la acción iba aconteciendo o se acabó totalmente en un determinado momento anterior al de expresión de la frase. Los hablantes del “wintu”, a la hora de sufijar un verbo, no se tendrán que ocupar del tiempo sino de si la información que van a transmitir procede de experiencia propia o de informes de otras personas.
Benjamín Lee Whorf, inspector de la Compañía de Seguros de Incendios de Hartford, estaba interesado en las lenguas aborígenes de Norteamérica, por lo que acudió a las clases de Sapir en Yale. Whorf explicaba que en apache la frase  Es un surtidor que gotea se expresa de este modo: << Como agua, o surtidor, la blancura desciende>>; esta última cadena verbal propicia en los apaches, según Whorf, una elaboración mental diferente a la que suscita en las mentes de los americanos no indígenas ese mismo fenómeno existencial del goteo del surtidor.
Las conclusiones de Whorf encontraron con celeridad las críticas de los psicolingüistas E. Lenneberg y R. Brown; le objetaron que no había tenido contacto con los apaches y que fundamentaba sus apreciaciones sobre la psicología de esta tribu en la lengua hablada por ellos. Además, las traducciones del apache de Whorf eran demasiado literales potenciando interesadamente el divorcio conceptual con el inglés.
Entrando en otra parcela, Whorf hablaba de que la lengua hopi carece de <<palabras, formas gramaticales, construcciones o expresiones que se refieran directamente a lo que denominamos “tiempo”, o a nociones como pasado, futuro, duración o permanencia>>. También decía que los hopi no tenían una noción del tiempo como entidad que recoge los diferentes aconteceres de la existencia y cuya progresión nos permite alcanzar el concepto “futuro” respecto a momentos precedentes anteriores al presente. Los sucesos para los hopi no son aconteceres necesitados de una cierta duración, sino revestidos de conocimiento de lo actual, mito pretérito o acciones que tendrán presumible realización en el devenir próximo. Asimismo, los hopi conceden escasa relevancia a las fechas, calendarios o  cronologías. Sin embargo, El Instinto del Lenguaje recoge estas dos líneas  traducidas del hopi por el antropólogo Ekkehart Malotki:

Entonces claro, al día siguiente muy temprano, a la hora en que la gente le reza al sol, más o menos a esa hora él volvió a despertar a la muchacha.

Se puede constatar en ellas la presencia de vocablos relativos al tiempo, tales como día, siguiente, temprano y hora.
 Además sabemos por Pinker, autor del libro mencionado, que Malotki ha estudiado bien la lengua de los hopi, y nos dice que tienen tiempos verbales, unidades de tiempo (días, semanas, meses, años, estaciones, fases lunares) y otros términos relativos al concepto tiempo.
Otra afirmación de Whorf, en el sentido de que los esquimales tenían siete raíces diferentes de palabras para designar la nieve, fue desmontada por el lingüista Geoffrey Pullum; de hecho los esquimales no tienen más palabras para nombrar la nieve que el español.
Pinker, aireando su condición de científico cognitivo, defiende que lenguaje y pensamiento son dos entidades diferentes; las ideas, opina, tienen que ser algo diferente de las palabras, cuando una palabra puede representar diferentes conceptos; para él, la idea del determinismo lingüístico es absurda.
La existencia de pensamiento no verbal, así como un mayor conocimiento de cómo funciona el pensamiento, rebaten drásticamente la idea del determinismo. Se da el caso curioso de adultos sordos que carecen de cualquier forma de lenguaje – signos, escritura, lectura labial o habla – y que, sin embargo, son capaces de conceptualizar entidades. Pinker nos presenta la experiencia de Susan Schaller, una intérprete del lenguaje de signos en la ciudad norteamericana de Los Ángeles. En el libro A Man Without Words (Un hombre sin palabras ), esta mujer narra la historia de un emigrante ilegal mejicano sordo, Ildefonso, que a la edad de veintisiete años carecía de todo lenguaje. Ganada por la expresión alegre y vivaz del joven, decidió ser su profesora. Abordado el terreno del cálculo, a los tres minutos de práctica, con ayuda de papel y lápiz, había adquirido el concepto de número y sabía sumar. En el área lingüística, en cuanto Susan le enseñó el signo de <<gato>>, adquirió el concepto “nombre”, pues rápidamente solicitó de su maestra los nombres de los objetos entre los que se movía cotidianamente. En seguida fue capaz de relatar a la profesora episodios de diferentes épocas de su vida.
Guiada por él, S. Schaller accedió a un grupo de adultos sordos desprovistos de lenguaje como Ildefonso, que, no obstante, exhibían habilidades tales como arreglar candados, manejar dinero, interpretar historias mediante mimo, u otras abstracciones mentales más complejas. El pensamiento posee un lenguaje interno propio que se conoce con el nombre de “mentalés”. El lenguaje oral es subsidiario del mentalés, y conocer una lengua es saber cómo traducir el mentalés a cadenas de palabras y viceversa. Las personas desprovistas de lenguaje seguirán teniendo el mentalés.
Pinker aduce algunos casos más que sustentan su convencimiento de que es posible el lenguaje no verbal. El primero es el de los bebés, que no pueden pensar a base de palabras porque todavía no las han adquirido. Secunda su posición el trabajo de la psicóloga evolutiva Karen Wynn, que ha demostrado que los bebés de cinco meses pueden hacer algunos cálculos mentales aritméticos sencillos. Cuando se les presentaba repetidamente idéntico  número de los mismos objetos, terminaban por negar su atención al aburrido espectáculo; sin embargo, cuando variaba el número de objetos a contemplar, los niños intensificaban su atención. Con este método, Karen Wynn ha demostrado que los bebés, incluso de unos pocos días, son sensibles al número.
Se dice, entrando en una última consideración, que S.T. Coleridge recibía la inspiración de imágenes mentales, no de palabras, y que algunos científicos manifiestan tener un pensamiento geométrico, no verbal, como podría ser el caso de Michel Faraday o Albert Einstein.


martes, 21 de junio de 2011

TERMINOLOGÍA TAURINA EN EL LENGUAJE USUAL




En el Artículo 3, sobre la semifinal de Champions,   Real Madrid Club de Fútbol – Fútbol Club Barcelona,  de   20 — 5 — 2011, figura una expresión propia del mundo de los toros, “se le ha dado una larga cambiada”. Me he atrevido a suponer que su significado se deduce del contexto (cumplir decorosamente con un trámite que nos ha surgido, en el que no queremos comprometer una entrega incondicional). Traemos el corte textual en el que está contenida:

“Mourinho llegó al Madrid pensando repetir el triplete — Liga, Copa y Champions — conseguido la temporada anterior en Italia con el Inter de Milán. Empezó laminando la deplorable imagen del alcorconazo sufrida por el equipo merengue en Copa del Rey en la temporada anterior. Eso estuvo bien. Y terminó alcanzando la gloria de conquistar este trofeo, que desgraciadamente quedó maltrecho bajo la rueda del autobús en que los jugadores lo exhibían exultantes camino de la apoteosis  madridista en la Cibeles. La verdad es que esta competición, dicho con todos los respetos, ha sido considerada por los equipos grandes en las temporadas más recientes como de tono menor respecto a las otras dos mencionadas, o, al menos, como torneo que reclama un esfuerzo que se puede pagar caro con vistas a la obtención del título en las otras dos lides. Por eso, con el fingimiento más decoroso posible se le ha dado una larga cambiada por los clubes punteros en muchas ocasiones en el próximo pasado.”

Se utilizan con relativa frecuencia en la lengua española usual, tanto oral como escrita, expresiones genuinas del ámbito taurino que creo no plantean dificultad alguna de comprensión al interlocutor o al lector español. Seguramente sí al extranjero que no ha alcanzado aún — no importa, tenemos paciencia y brazos abiertos — un nivel alto de adquisición de nuestro idioma. A ellos, mayormente, va dirigido el pequeño apunte semántico entre paréntesis, prendido a las expresiones relacionadas.
Presento a continuación la lista de todas las que he acertado a detectar bien en mis lecturas bien en mis conversaciones, solicitándoos me hagáis llegar— me dirijo a todos los que lean este escrito, tanto españoles como extranjeros — las que poseáis y no están recogidas en la colección que sigue.



·        abono, trastos:               ¡A la primera de abono, los trastos a la cabeza! (de Tere La Churrupita, de Miranda de Ebro, haciendo referencia a una discusión entre marido y mujer)
·        acoso , derribo:    Ha comenzado una campaña de acoso y derribo contra él. (se llevan a cabo acciones encaminadas a desprestigiarle o hacerle perder el puesto, el estatus…)
·        amochar:              ¡No amoches!      (se dice a alguien que arremete con la cabeza)       
·        arena, política:      De lleno en la arena política.  (metido en política
·        arrastre:                Estar para el arrastre.    (extraordinariamente cansado, enfermo, demacrado…)
·        astas:                    …”dejando en las astas del toro a su marido” (en el libro Pequeñeces, de Luis Coloma)
·        barrera:                 Ver los toros desde la barrera.   (libre de cualquier riesgo)
·        bicho, becerrillo
(chiste):                ( en el tendido de una plaza de toros,
   ¡Vaya bicho!
   ¡Pero si es un becerrillo!
   ¡No, si digo el que tiene usted en el cuello!)                  
·        bravas, patatas:     Una ración de patatas bravas. (patatas con salsa muy picante)
·        bravío:                 Quitar a algo el bravío. (al vino, por ejemplo; o a una guindilla el picante)                  
·        bravo:                            ¡Bravo!, o  ¡Bra-vo, bra-vo, …! (aplaudiendo, aclamando o vitoreando una buena actuación de un artista en un espectáculo)
·        cabestro:              ¡Cabestro! ,  ¡Tú, cabestro! (insulto)
·        capear, temporal:  Capear el temporal.   (resistir ante alguna situación adversa arbitrando algún remedio)
·        capotazo , destino:         Dar un capotazo al destino. (librarse de algo que parecía irremisible)
·        capote:                           Echar un capote a uno. (ayudar a alguien en situación apurada)
·        cinco, tarde:                   “(A) las cinco de la tarde, hora taurina por excelencia.  ( es la hora de comienzo de las corridas de toros)
·        coleta:                            Cortarse la coleta. (dejar una actividad profesional)
·        cornadas, hambre “¡Más cornadas da el hambre!”  ( se sufre mucho cuando los alimentos apenas visitan el estómago durante un período prolongado)
·        cuernos:               Coger el toro por los cuernos. (asumir pronta y decididamente la situación)
Poner a alguien los cuernos. (ser infiel a la pareja)
·        embestida, aguantar,
parar, sufrir:                   Aguantar la embestida. Parar la embestida. Sufrir las embestidas de la vida. (resistir un embate inicial fuerte para luego obrar en mejores condiciones)
·        enchiquerar:          Enchiquerar a uno. (meterle en la cárcel)
·        enchiquerar, robo: Le enchiqueraron por un robo.
·        espadas, primeros:         Intervinieron los primeros espadas. (tomaron parte las personas más significadas del colectivo de que se trate)
·        estocada, bola,:     ¡(Una estocada) hasta la bola!  (con una contundencia total)
·        estocada, clavar,
dar, dejar:             Clavar  (dar, dejar) una estocada en todo lo alto. (ejecutar muy bien, muy acertadamente, definitivamente la labor)
·        estocada, dar:                 Dar a uno la estocada. (ocasionar a alguien un mal irreparable)
·        estocada, final:      Fue la estocada final.
·        faena, aliño:          Hacer una faena de aliño. (para salir airosamente del paso)
·        faena, bicho:                  Hay que hacer la faena según sea el bicho.  (aplicar un remedio acorde a las circunstancias o condiciones)
·        faena, rematar:      Con eso remató la faena.  (acabar un trabajo)
·        hombros, sacar, salir:     Sacar a hombros.
                                 Salir a hombros.  (obtener un éxito clamoroso)              
·        larga cambiada:     Dar una larga cambiada. (habilitar algún procedimiento para salvar un compromiso)
·        lidiar:                    Tocarle a uno lidiar con cierta gente. (tener que actuar con personas que no hacen fácil tu labor)
¡Con esta gente tenemos que lidiar! ( expresión usada cuando tratas con personas cuyo comportamiento deja bastante que desear)
·        lidiar:                    — Javier, ¡acabo de lidiar las paradigmáticas! (me decía Emilio Barrés, compañero maestro, aludiendo a la explicación que había impartido a los alumnos sobre una terminología lingüística sintáctica novedosa que figuraba en los textos de Lengua Española de 1990, aproximadamente)
·        mano, izquierda:    Tener mano izquierda. ( Saber evitar confrontaciones o ganar adhesiones por medio de la persuasión)                                 
·        mihura:                 ¡Ese es un Mihura!, ¡Esos son mihuras! (gente terrible, amedrentadora)
·        mihura, vérselas:   ¡Vérselas con mihuras! (desempeñar el cometido con gente peligrosa, violenta …
·        montera , mundo:  Ponerse el mundo por montera. (hacer algo con atrevimiento y sin calcular bien las consecuencias)  
         
·        olé:                       ( exclamación ante una actuación admirable del torero o de otra persona)  ,  ( expresión de burla moderada que se emplea cuando se domina al contrincante con suficiencia y arte, lo que dificulta notablemente al “humillado” zafarse del baile. Se usa en fútbol cuando se escamotea con maestría el balón a los contrarios.) , (puede lanzarse esta exclamación en algún momento mientras se baila un pasodoble, por ejemplo)
·        ¡olé, tu madre!:     ( aprobación con buen humor)
·        paciencia, valor:    Paciencia y valor para torear. ( infundiendo tranquilidad y ánimo al que tiene que acometer una tarea presuntamente difícil)
·        paseíllo, panda:     Hizo el paseíllo con su panda.  (se paseó con los de su grupo organizadamente para atraer la atención de la concurrencia; se entiende que fuera del ámbito taurino)
·        permiso, autoridad,
tiempo:                 “Con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide”(requisitos que recogen los anuncios de celebración de una corrida de toros aplicables a otros ámbitos)
·        pillarle, toro:                   Te acabará pillando el toro.  (tendrás problemas de algún tipo por tu culpa)
·        pillarle, toro:                   Pillarle a uno el toro.  Esta vez me ha pillado el toro.  Hoy me ha pillado el toro.  (echársele a uno el tiempo encima; llegar tarde a algún sitio)         
·        plaza, torear, lidiar:         “¡En peores plazas hemos toreado!” , “¡En peores plazas hemos tenido que lidiar!” (se han encontrado en situaciones más difíciles)
·        plaza, regar:          “Lo primero, regar la plaza.”  (una señora ofrece a un recién llegado bebida antes de sacarle la cena; ocurre en la película de Trueba, “Belle Epoque”)
·        puerta , grande:     Salir por la puerta grande.  (recibir un reconocimiento incondicional por haber realizado algo magistralmente)
·        puntilla:                 Dar a uno la puntilla. (ejercer una acción demoledora sobre alguien)
·        puya:                    Tirarle a uno una puya. (hacer un comentario incisivo hacia uno)                          
·        puyazo:                Lanzarle a uno un puyazo. (herir a alguien verbalmente)
·        querencia, tener:    (estar más inclinado a actuar de un determinado modo - [se suele decir del toro que tiene querencia a las tablas cuando se arrima a las que cercan el ruedo] -)
·        quite:                             Estar al quite. (estar presto para ayudar a alguien en el momento que lo necesita)
·        rabo, dar:              ¡Que le den el rabo!  (solicitando que se otorgue algún reconocimiento o recompensa a alguien que ha realizado algo muy acertadamente. Lo más usual es que la petición sea formulada por el público asistente a una corrida de toros para el torero que ha ejecutado una buena faena, pero puede generalizarse para cualquier persona que no tenga esa profesión y  haya ejecutado un cometido magníficamente. A veces podría usarse en tono burlón.)
·        rabo, toro:            ¡Vamos a ver en qué queda la cosa, que hasta que no pasa el rabo todo es toro!  (se reclama prudencia hasta tanto se tenga seguridad de que ya no existe algún tipo de riesgo)
·        rejón, muerte:                 Esta medida ha sido un rejón de muerte para sus aspiraciones. (sus expectativas han quedado totalmente arruinadas)  
·        ruedo, político:     Sigue presente en el ruedo político. ( continúa luchando en el mundo de la política)
·        ruedo, vida:          Lanzarse al ruedo de la vida.  Verse en el ruedo de la vida.  (enfrentarse con la rudeza de la existencia; encontrarse con la dura realidad vital)           
·        saltar, torera:                  Saltarse algo a la torera. (actuar sin tener en cuenta la norma exigida)
·        sangre, arena:                 Sangre y arena   (la conjunción de dos elementos muy significativos en las corridas de toros soporta el título de la novela de asunto taurino del escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez )
·        suerte, recrearse:   Se recreó largamente en la suerte.  (insistir en la ejecución de algo que te está saliendo bien)
·        suerte, vista y:                ¡Suerte vista y al toro! (dando ánimos y aconsejando cuidado para abordar una tarea)
·        tablas:                            Tener tablas.  (tener experiencia)
·        tendido, mirar:                Hacer algo mirando al tendido. (realizar un cometido exteriorizando suficiencia o chulería hacia los que observan, por comparación al torero que da muletazos mirando a los espectadores — al “respetable”, en jerga taurina —, como hacía, por ejemplo, el diestro Manolete.)
·        terciar:                           Si se tercia. (si se presenta algo inesperadamente o casualmente, quizá con apremio de ser ejecutado)
·        tercio:                            Cambio de tercio.  Cambiar de tercio.  ¡Vamos a cambiar de tercio!  ( llamando a abandonar la labor que se está ejecutando para abordar otra de otro tipo.
·        testuz, humillar:     Tuvo que humillar el testuz. (ceder, acatar, rendirse a la evidencia, someterse)
·        torear, a uno:                  ¡No me torees!  (solicitando a alguien que se deje de bromas o de peticiones caprichosas o exageradas o que se abstenga de comportamientos descabellados o extremados)
·        torero:                  ¡Eh, torero! (llamando a alguien en plan jocoso, informal...)
¡Ven aquí, torero! (dice un padre, por ejemplo, a un hijo pequeño movido, gracioso, …)
·        to-re-ro:                ¡ To-re-ro, to-re-ro, … (vítores ante una actuación brillante, impecable, perfecta)
·        torero, valor:                  Tener más valor que un torero. (comparación ventajosa con quien se supone que tiene que tener una valentía extrema)
·        torete:                            ¡Es como un torete!  (se dice a veces de los niños un poco brutos)                  
·        toro:                     ¡Eh, toro!  (incitando al animal o a alguien a amochar, a embestir)
·        Toro, en suerte:    ¡Ahí te dejo el toro en suerte!  (oído a Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, año 2005.
¡Ahí tienes el toro en suerte! ,  ¡Ya tienes el toro en suerte!  (anuncias que tú has cumplido con tu parte del cometido y ahora llamas a continuar a quien debe proseguirlo) 
·        toro, fuerte:           Estar fuerte como un toro.  (tener mucho vigor)
·        Toro, pasado:                Todo es muy fácil a toro pasado.  (cuando han pasado las circunstancias problemáticas, ya resulta sencillo resolver el tema)
·        toros ciertos:                  ¡Ciertos son los toros!  (expresión que puede encontrarse en la literatura española de los Siglos de Oro; se afirma la certidumbre de alguna noticia o suceso)
·        trapo, entrar:                  Entrar al trapo.  (discutir, actuar, responder… sin reserva, reparo, cautela, prevención …a cualquier propuesta, insinuación, …)
·        trasteado:              Estar uno ya muy trasteado.  ( ya ha pasado en repetidas ocasiones por situaciones similares)              
·        Trastos, de matar: Coger los trastos de matar.  (haber tomado una decisión vigorosa para acometer un asunto relevante)  
·        Vergüenza, torera: Tener vergüenza torera.  (hacer las cosas dignamente)

                                                                                                                         


                                                                                           Toribio Montera

domingo, 5 de junio de 2011

PARTIDO DE IDA DE LA SEMIFINAL DE LA UEFA CHAMPIONS LEAGUE, TEMPORADA 2010 – 2011, REAL MADRID – FÚTBOL CLUB BARCELONA, CELEBRADO EN EL ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU EL DÍA 27 DE ABRIL DE 2011 A LAS 20:45 HORAS DE LA TARDE-NOCHE.


Resultó emocionante. El miércoles anterior los merengues habían logrado batir en la final de la Copa del Rey al que parecía invencible Barcelona, y se presumía que el Madrid pudiera doblegar de nuevo al hasta entonces sublime Barça, menoscabando un tanto la montaña de prestigio acumulada por el club catalán a lo largo de una ya dilatada trayectoria futbolística de juego cautivador. Esta vez, contrariamente a lo sucedido en la final de Copa, donde triunfó el estratega Mourinho habilitando un centro del campo: Pepe, Khedira, Alonso… que sofocó el avance barcelonista, — si bien básicamente en el primer tiempo, pues el segundo fue de dominio azulgrana, y resolviéndose el encuentro en la prórroga en una acción puntual de Cristiano Ronaldo, que ejecutó un soberbio cabezazo, que algunos dicen habría parado Valdés caso de haberse hallado bajo palos en vez de Pinto — el vencedor ha sido Guardiola. Me gustó la tónica del juego barcelonista de unos cuantos minutos iniciales de partido: disponer férreamente del balón para impedir el ataque del contrario. Para conseguir esto es indispensable saber hacer circular la pelotita por delante de las narices del contrario sin darle opción a compartir el esférico, cosa que domina el Barça. De esta manera se sujetó al Madrid. Ellos esperaban, y quizá todo el mundo, teniendo en cuenta el juego desplegado en la final de la Copa del Rey, que en cualquier momento podrían montar sus peligrosos contraataques y desbaratar el fortín azulgrana con la consecución de algún tanto, pero ayer el Barça había planteado un partido muy serio y con una defensa muy alerta sujetaron a los blancos. Özil, Di María, Cristiano Ronaldo, Marcelo… estuvieron sorprendentemente desaparecidos.
Con la táctica del entrenador catalán se salvó el primer tiempo. Creo encontrar una diferencia entre el “Dream Team” de Cruyff (Hendrik Johannes Cruijff, Ámsterdam, 25 de abril de 1947) y el “Pep Dream Team”: el tiqui-taca en el primero era una seña de identidad que se traducía en que se pasaban el balón maravillosamente, y no lo perdían en su camino hacia el área contraria, pero es que Guardiola, alumno aventajado del holandés introductor de este automatismo combinatorio en el Barça, lo ha convertido, aparte de en la quintaesencia de la precisión, la efectividad y la belleza en el pase al compañero, en un instrumento de dominio del partido, de desesperación para los contrarios. Pueden remansar el tempo del encuentro durante un tiempo notoriamente prolongado, recreando al mundo, insinuando al contrincante que va a tener muy difícil oler el esférico. Pero no hay una actitud de burla o desprecio hacia el contrario, es una forma de dominar el choque. Y así lo entienden los adversarios, pienso yo. Algunos saben que es inútil perseguir el inalcanzable balón y optan por un instante por verle evolucionar ante sus ojos. Pero, y esta es otra diferencia con el “Dream Team”, cuando por fin pierden el balón se lanzan a recuperarlo con un afán indescriptible. No conceden: “Vamos a dejar jugar un poco al otro equipo”, no, quieren tener el balón siempre.
Y cuando ya llevan esta maquinaria hacia el área contraria introducen la variante, respecto al “Cruyff Dream Team”, de las diagonales medidas y pases al hueco al compañero que entra raudo hacia la portería del adversario en busca del gol, faceta en la que destaca Messi por encima de sus compañeros atacantes. El jugador argentino es un prodigio conduciendo vertiginosamente el cuero pegado al pie, al tiempo que dribla a los contrarios, y disparando con una facilidad, intención y definición insuperables, a pesar del empeño de los defensores por obstruirle. Para este menester de meter goles, el 10 del Barça es el mejor jugador del mundo. Yo me atrevería a decir que “la Pulga Messi” es el 65% del Barça, aunque el astro necesita mucho al equipo para brillar así. Es de significar que en la selección nacional de su país, Messi, a pesar de esforzarse lo indecible, no ha conseguido los éxitos que en el Barcelona.
En la segunda parte continuó la tónica de control azulgrana. Yo calculaba que podría producirse un empate a cero, que no era un mal resultado cara al partido de vuelta en casa, pero tuvimos la felicidad de ver perforada dos veces la portería de Casillas gracias al genial futbolista argentino. Para marcar el primero ayudó mucho la internada de Ibrahim Afellay, pero el de Rosario puso el arte del ligero toque con el exterior de su bota izquierda para transformar. El segundo gol fue ya la jugada de un superastro del fútbol. Hay que tener mucha sapiencia futbolística, vigor, velocidad y confianza en sí mismo para proponerse desbordar a cinco defensas contrarios y conseguirlo; en esta ocasión marcó con su pierna menos buena, la derecha. Estas son acciones que ponen fácil a los que lo votan, quién es el mejor jugador del planeta. Messi sabe que él puede contra el mundo. No le salió el día de la Copa del Rey. Le costaba soltar el balón y el centro de campo del Real Madrid, acertado, se lo arrebataba o impedía el pase, pero ayer hizo una demostración de que puede conseguirlo.
Da gusto ver estos partidos. Decir que levantan expectación es quedarse corto, generan emoción. Estoy seguro de que en todo seguidor culé del mundo.
Y ayer brillaron todos los jugadores barcelonistas. La defensa, incluido el portero, muy sólida. Puyol con la bravura tradicional y la frescura de un jugador joven, haciéndose leyenda en el Barça y dando solera al equipo. Piqué siguió compaginando perfectamente su noviazgo con Sakira  con su dominio futbolístico piquenbaueriano. Xavi actuó de conductor magistral del equipo. Keita suplió magníficamente a Iniesta. Se advirtió positivamente su presencia en la delantera repartiendo acertadamente el juego, sin fallar un pase. Villa resultó un extremo magnífico con intervenciones que no se le recordaban , lo que hizo tener a Marcelo pendiente de él e impidió que el madridista se lanzara al ataque con la asiduidad y efectividad con que suele hacerlo.
Guardiola ha hecho del Barça un gran equipo. Como jugador azulgrana era un centrocampista sensacional. Antes de recibir un balón ya sabía a quién se lo iba a pasar: al mejor colocado o al que iba a resultar más fructífero para el conjunto. Esta característica de la combinación rápida y perspicaz la ha trasladado a su modus operandi de técnico. Su padre declaró en una ocasión que era mejor entrenador que jugador. Era difícil superar su labor de portentoso creador pero va a haber que dar la razón al padre porque Pep Guardiola va a entrar en el Olimpo de los entrenadores por su genuina escuela de juego tiquitáquico, que, aunque es una innovación introducida en el Barcelona por el holandés Johan Cruyff cuando fue entrenador, tras su etapa de jugador en este mismo equipo, y que Guardiola practicó a sus órdenes como integrante de la plantilla azulgrana de aquellos momentos estelares, ha alcanzado en manos del aprendiz de brujo catalán una versión alambicada que la ha optimizado, hasta el extremo de que el actual entrenador del Real Madrid, José Mourinho, ha definido en varias ocasiones el evolucionado sistema Cruyffiano como  “un producto acabado”. Podría decirse que casi cualquier jugador de la cantera, o fichado de entre los de la competición, reconocidamente valioso, triunfa en el Fútbol Club Barcelona simplemente con adaptarse a las precisas y preciosas rutinas del grupo.  Otra característica encomiable del Barcelona es que no da una patada al contrario. Se limita a jugar.
Recuerdo la sensación que me producía Guardiola cuando participaba en la Selección Española que transitaba entre la Copa de Europa de Selecciones Nacionales ganada a la URSS el 21 de junio de 1964 en el Bernabéu y la campeona de Europa contra Alemania en el Ernst Happel Stadion de Viena (también conocido como Estadio del Prater (Praterstadion) con anterioridad a 1992) el domingo 29 de junio de 2008 con Luis Aragonés — quien de una ostensible postración la alzó a la gloria con un tiquitaca similar al del Barcelona —, y que consumó bajo la batuta de Vicente del Bosque  la hazaña de proclamarse Campeona del Mundo en Sudáfrica el 11 de julio de 2010 frente a Holanda: ser el único componente en el combinado nacional con categoría internacional. ¡Ojalá yo fuera un poco corto de apreciación y se contaran más de su clase en nuestro equipo en aquella época!
Mourinho también tiene buen palmarés como entrenador. Es un buen estratega para mover a sus peones dentro del terreno de juego. Me da la impresión de que en estas confrontaciones últimas con el Barcelona ha propiciado que sus jugadores estén un poco aguerridos contra los del Barça. Seguramente, la disposición belicosa que podría vislumbrarse en los jugadores blancos bajo la influencia del entrenador luso, ha sido la causante de la expulsión de Pepe: tarjeta roja por su dura entrada al defensa barcelonés Alves. El entrenador portugués achaca a esta decisión arbitral la derrota frente a los barcelonistas. La verdad es que el Madrid no consiguió dominar al Barça, y el desacuerdo del técnico portugués con la medida del árbitro no es sino una de tantas excusas que utiliza para justificar los resultados que no le son favorables. Adebayor, al que sacó en el segundo tiempo en sustitución de Özil, también mostró esta disposición un poco agresiva hacia los jugadores contrarios.
Me atrevo a estimar, sin que esté relacionado con el punto anterior, que Mourinho hace trabajar mucho a los jugadores en el puesto que él cree le va a ayudar a conseguir su propósito, aunque no sea la demarcación ideal para estos.
Mourinho llegó al Madrid pensando repetir el triplete — Liga, Copa y Champions — conseguido la temporada anterior en Italia con el Inter de Milán. Empezó laminando la deplorable imagen del alcorconazo sufrida por el equipo merengue en Copa del Rey en la temporada anterior. Eso estuvo bien. Y terminó alcanzando la gloria de conquistar este trofeo, que desgraciadamente quedó maltrecho bajo la rueda del autobús en que los jugadores lo exhibían exultantes camino de la apoteosis  madridista en la Cibeles. La verdad es que esta competición, dicho con todos los respetos, ha sido considerada por los equipos grandes en las temporadas más recientes como de tono menor respecto a las otras dos mencionadas, o, al menos, como torneo que reclama un esfuerzo que se puede pagar caro con vistas a la obtención del título en las otras dos lides. Por eso, con el fingimiento más decoroso posible se le ha dado una larga cambiada por los clubes punteros en muchas ocasiones en el próximo pasado. Mourinho se va a quedar con la Copa del Rey y con la satisfacción de vencer en una final al Barcelona, pero presumiblemente va a perder la Liga española,  así como la opción de estar en la final de la Champions en Wembley. Y esto va a redundar en una pérdida de brillantez de su hoja de servicios como técnico, donde algo habrá tenido que ver la valía de Guardiola como entrenador.
Hablando del Barça, me alegro de que un equipo español regale fantasía futbolística al mundo. Siempre es una suerte que alguien te ofrezca un espectáculo bello. Seguro que por ahí fuera, como nos pasa a los de aquí, están deseando ver al equipo catalán en estas ocasiones. También el Real Madrid es un equipo de campanillas que juega muy bien y gusta al aficionado, aunque creo que por el momento está un puntito por debajo del Barça, pero con la plantilla que tiene puede aspirar en venideras campañas a subirse a las barbas catalanas. Creo que pasaremos la eliminatoria — habla el hincha barcelonista —. Lo tenemos bastante bien para llegar a la final contra Sir Alex Ferguson, al que espero batiremos como en la ocasión precedente.  


                                                                          Argimiro Portales